De
repente la muchacha que está a mi lado, se voltea y me mira: “¿Tienes ahí a los
barí?”. Le respondo que sí y comienzo a hojear. “¿Me lo puedes prestar un
momento para leerlo?”. Nuevamente mi respuesta es afirmativa y en ese instante
me entrega el libro que ella está leyendo: “Toma para que lo leas mientras
tanto”. Es un libro de Cuentos Indígenas Venezolanos. Lo abro y veo nombres
conocidos: Editorial Estudios, Centro Padre Joaquín en Maracaibo, Antonio Pérez
Esclarín. Paso las páginas, quedo encantada con las ilustraciones y me decido
a buscar el cuento que hay sobre los yukpas.
Vamos, venimos, damos, recibimos, estamos y huimos. Contar historias es el principal objetivo de este blog. La finalidad: Estar. [Rostros, crónicas de viaje, poesía]
jueves, 26 de febrero de 2015
Conversaciones de vagón: Corazón indígena
Entro
al vagón, me siento, y saco el libro que hoy elegí para que me acompañara
durante todo el día: Realidad Indígena Venezolana, uno de los cursos de
formación que editó la Fundación Centro Gumilla. Este libro ya tiene bastante tiempo en mi biblioteca y
era necesario retomarlo. Me detengo en el capítulo de la etnia yukpa.
viernes, 6 de febrero de 2015
Enrique Gutiérrez: “En los escenarios un tramposo, en las mesas de juego un caballero”
Mago, animador de televisión y
empresario, “El Gran Henry” es el nombre de la magia en Venezuela. Conocido por
más de 3 generaciones, se considera el padre, directa e indirectamente, de los
magos
Que
transformó a una persona en un oso de 350 kilogramos . Eso
es lo que cuentan. Que su primer truco fue masticar, tragar y devolver tres
nueces enteras. Eso es lo que recuerda. Que sus ojos se llenan de brillo cada
vez que habla de magia y sus papilas gustativas se activan cuando escucha la
palabra mondongo. Es su cotidianidad. “Antes de venir dejé grabando los
partidos de fútbol, ojala no me entere de los resultados”, comenta el hombre
que le va a un equipo de cada país. Hoy no está vestido de “El Gran Henry”.
Lleva una camisa de cuadros y un pantalón, que a menudo sube. Su mirada
permanece detrás de dos cristales sin pasta. Hoy es Enrique Gutiérrez o tal vez
parece serlo.
En
1958 Pérez Jiménez salía de Venezuela y Enrique Gutiérrez llegaba, de la mano
del animador Víctor Saume, de un lugar de La Mancha , llamado Puertollano. “El Gran Henry”,
nombre que empezó a usar desde pequeño, decide quedarse y empieza a conquistar
las pantallas venezolanas. Renny Ottolina, Gilberto Correa, Amador Bendayán,
son algunos de los personajes con los que compartió escenario. Ha representado
a Venezuela en numerosos festivales internacionales y actualmente imparte
cursos en sus tres tiendas: “La Casa Mágica ”.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)