sábado, 29 de septiembre de 2018

Rafaela (II)




Recordar vuelve el tiempo sagrado.
Kux loq´olaj ri qíj rumal ri na´tajisanem
(Rosa Chávez)

En septiembre te me moriste 30 veces, te enterré 30 veces. Los 18 años que viví contigo me atravesaron como relámpagos, segundos luminosos en medio de la oscuridad, pero yo me siento trueno y susto. Estoy triste. Un sueño me lo dijo y me volvió a enlutar. Ahora cualquier despedida es una excusa para llorar: el feminicidio de Mayell; un supuesto felino que se extinguió, aunque no me gusten los felinos; el párrafo suprimido del artículo porque si no arriesgo a la gente; el cabello que se sigue cayendo; otro pedazo de piel que dejé en las raíces de los árboles mientras corría; mi hermano diciendo “que mala suerte tenemos”; las veces que dijiste que querías viajar a ver a tus hermanos y nunca pudiste.

Ahora tengo una borrachera de pérdidas.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Agosto



1 y 2
En agosto grabamos las entrevistas para un cortodocumental sobre un decreto que tiene en vilo a los ríos, a la Amazonía, y a nuestra gente. Me dí cuenta de lo disponible que están mis compañerxs de causa, de sus miedos y sus esperanzas, que tambièn son las mìas. En ese interín escribí las pautas, cargué agua, preparé comida para el equipo, me caí por unas escaleras, soñé que mi abuela se moría, conté un montón de vallas de compra y venta de oro y plata, vi muchos atardeceres, y el último día del rodaje, me enfermé. Una puntada me atravesó hasta abajo. Y comenzaron a aparecer los amigos: Carlos Chirinos, Lucy, Rafa e Ignacio, que acompañaron mi dolorosa espera desde el diagnóstico, los exámenes, y la recuperación. Necesité una semana dopada, sin apetito, para comprender que tanta mala noticia enferma, y que el descanso sana.

Sana.