De qué trata esta esterilidad que me habita
cuando no encuentro la palabra. ¿Acaso
no debería estar preparada para estas tormentas? Vivo en ellas y sin embargo me
sigue costando atravesarlas. Veo el álbum de fotos y lloro. Enjuago los morados
en mis piernas. Maldigo los intentos frustrados de aprender andar en bicicleta.
Escribo los acontecimientos más importantes de una década que termina. Reviso
mis lecturas de este mes. Son los libros los que me han salvado en estos tiempos.
Cuando intento protegerme de la enfermedad materna, enfermo de una gripe que me
envía el universo para que resuelva nada más que mi propia existencia. La
familia está cansada. Yo también. Cómo se me ocurrió pensar que jamás me
ocurriría. Atenea se fue a la ermita y no regresa.