domingo, 29 de junio de 2014

Ruta #3: La ruta del Cortafuegos (Chacaito-Loma de Viento)

Hoy tuve un orgasmo ecológico. De esos que me dan cuando descubro nuevos lugares. Quería hacer mis 10K en un lugar diferente al Parque del Este y anoche, investigando, descubrí que muchos maratonistas recomendaban entrenar en el Cortafuegos. Al principio me dio algo de pena no conocer este lugar, y para no seguir en ese estado vergonzoso me dispuse a cambiar la situación.
Así que en la mañana, luego de tomar un buen desayuno, decidí hacer esta ruta, pero en sentido este-oeste. Desde el puesto de guardaparques de Chacaito hasta Loma de Viento, cerca de San Bernardino. Primero tomé el metro hasta la estación Altamira y el TransChacao hasta Sabasnieves. Al entrar por este acceso del Ávila crucé a la derecha, en el primer puesto de guardaparques, y salí hacia la avenida Boyacá o Cota Mil, caminando en sentido oeste.
A medida que iba avanzando por esta autopista quedé fascinada con los patineteros que han tomado esta parte para practicar. Pasaban a mi lado como ráfagas de aire, haciendo una que otra pirueta, o simplemente un poco agachados sobre su patineta y dejándose llevar por la velocidad. También puede observar que en uno de los puentes un grupo tenía unas cuerdas suspendidas.
Caminé cerca de un kilómetro hasta la entrada de Chacaito y comencé el ascenso por el cortafuegos, un camino empedrado y muy inclinado. Es bastante fuerte. Reconozco que las piernas me temblaron y que imaginé que todo el caminó iba a ser así, me preguntaba si comenzar a trotar o seguir caminando. Decidí dejar el desespero y poner en práctica la segunda opción.

viernes, 20 de junio de 2014

Día Mundial del Refugiado: #TomaPartido20Junio


Hoy es el Día Mundial de Refugiado y no les vengo a hablar de las ya conocidas causas por las que deben salir de sus países para salvar sus vidas y empezar de cero. Hoy quiero hablarles sobre lo mucho que estas personas pueden aportar a las comunidades de acogida. Hoy quiero expresar mi gratitud a todas estas personas que conocí durante mi trabajo en el Servicio Jesuita a Refugiados Lac. Valientes, emprendedores, creativos y resilientes que iniciaron sus proyectos de vida en nuevas tierras.
Hoy quiero hablar de hospitalidad. Esa que “requiere superar los prejuicios, el temor, la desconfianza o los intereses egoístas y abrirse a la otra persona, reconociendo su dignidad, su dolor y su fuerza, desde la convicción de que podemos buscar juntos el bien común”. Esa que “supone una actitud revolucionaria que acorta distancias entre próximos-prójimos y apunta a que otro mundo es posible: un mundo más humano, fraterno, justo y libre”.
Todos estos son mensajes vividos de la campaña que está llevando el SJR y que requiere de su apoyo para ser multiplicadores de este mensaje, porque el llamado es a “tomar partido, sentido de pertenencia, compromiso, responsabilidad y solidaridad por ellos: reconociéndoles y haciéndoles reconocer, acogiéndoles y pidiendo que sus derechos sean respetados”.
Así que: 1. Escribe en una hoja blanca “Toma Partido por las y los refugiados y desplazados”. 2. Tomate una foto con el mensaje (si es posible tómale foto a la mayor cantidad de personas de a tu alrededor con el mensaje). 3.  Sube la foto (s) a la página de Facebok del Servicio Jesuita a Refugiados- LAC y únete a su red.

¡TOMA PARTIDO POR LAS Y LOS REFUGIADOS Y DESPLAZADOS!



lunes, 16 de junio de 2014

Ruta #2: Primer entrenamiento para el Pico Naiguatá


No está de más comenzar diciendo que este entrenamiento me generaba un poco de ansiedad. Primero porque en las especificaciones de Excursiones Ávila decía que el nivel era fuerte y segundo por las ganas que tengo de ir al Pico Naiguatá. Por todo lo demás ya la ruta lo decía todo: Cotiza-Pica de la mona-Clavelitos-Boca de Tigre-Sector Guayabo Mocho-Cotiza. (Si, si, hasta Galipán caminando). En total 1925 metros.
Para esta aventura, Luisanna fue la encargada de convocarnos a Fefy y a mí, y las dos aceptamos gustosas. Y algo me quedó bien claro. Una cosa es trotar y otra subir montaña, aunque admito que hoy me fui igualito a las 5am a trotar al Parque, y con más resistencia que el último día.  
Así que el domingo 15 de junio de 2014 nos encontramos bien temprano con los chicos de Excursiones Ávila, en la estación del metro La Hoyada. Era un grupo de aproximadamente 30 personas. Joel Liendo, uno de los miembros de Excursiones Ávila, nos esperaba con su típica gorra verde fluorescente, distintivo de la Fundación.

lunes, 9 de junio de 2014

Ruta #1: Las cabinas del tiempo


Este año mi amiga Luisanna y yo nos propusimos lo que hemos llamado #ElRetoDeLasRutasEcopatrimoniales o #EcoRutas. Algunas las haremos con grupos de excursionismo y otras por nuestra cuenta.
Aquí una crónica de nuestra primera ruta con Fundhea.


Minerva Vitti
Una foto de varias cabinas grandes y corroídas por el tiempo fue el enganche para elegir esta ruta. La promesa de la Fundación Historia Ecoturismo Ambiente (Fundhea): conocer las historias, crónicas y leyendas que se tejen entorno al teleférico y al Hotel Humboldt.
El domingo a las 8:30 am era la cita. Así que un grupo de 14 personas nos encontramos con Derbys López, director de Fundhea, en la estación del metro El Silencio. Al salir de la estación un rústico aguardaba por nosotros. Pronto comenzamos el trayecto, primero hasta Cotiza, con algo de tráfico, y luego un anuncio nos advirtió que estábamos entrando al Parque Nacional Waraira Repano. Continuamos ascendiendo por el empinado camino de concreto. Como es costumbre, ya muchas personas lo estaban subiendo a pie, demostrando su buena condición física. Ya a mitad del camino un obstáculo nos detuvo. Derbys descendió del vehículo para retirar a una pereza de la carretera: “Siempre sale a esta altura, hay que estar pendientes”, comentó. En  el vehículo algunos sacaron sus cámaras y otros lanzaron algún comentario: “Ella puede nadar, por ejemplo cuando hay temporada de lluvia en Apure, se inundan los suelos de agua, y como no puede pasar de un árbol a otro se lanza y nada”, comentó Alberto, uno de los ecoturisteros.
La pereza se aferró a Derbys y lo rasguñó un poco, nada grave.
Continuamos el camino e hicimos la primera parada en Boca de Tigre, a 1870 metros de altura, para desayunar. Había algunos puestos con venta de flores y pequeños locales en forma de cabaña que ofrecían comida, licores, mermeladas, bocadillos, típicos de la zona. Súper recomendado el jugo de mora de “El merendero de Fanny”. Y como tips el baño cuesta cinco bolívares, lleven su papel higiénico. Luisanna, Alberto y yo aprovechamos para tomar algunas fotos y desayunar unos sándwiches.
Abordamos nuevamente el rústico. Y al avanzar se terminó el pavimento. A medida que íbamos adentrándonos había más vegetación y más agosta se tornaba la carretera. De vez en vez una brisa fría rosaba nuestros rostros. Y de vez en vez, también, uno de los ecoturisteros compartía con nosotros un delicioso licor de parchita. Apretaditos en el carro, otro de los compañeros, que iba sentado en el suelo del vehículo, echaba sus cuentos de sus recorridos en moto por Venezuela  o de aquella vez en que fue al sistema teleférico en 1989. 
Derbys también comentaba cómo Fundhea surgió de una preocupación de preservar la memoria de estos lugares, de aprender historia en el lugar de los hechos y con las anécdotas de sus protagonistas, detalles que no nos cuentan los libros de historia. “Nos juntamos un grupo de amigos con los mismos intereses y comenzamos a organizar la ruta. Los recursos aún faltan pero el proyecto anda”.
Estas rutas llamadas “Rutas Ecopatrimoniales”, hacen parte de un programa educativo de esta Fundación creada el 15 de Julio de 2007, con la finalidad de promover la recuperación de sitios de interés histórico, cultural y ambiental para desarrollar y promover su potencial turístico en la localidad en que se encuentren.
Pronto llegamos al pueblo de Galipán despierto desde hace rato. Jeeps parados, locales abiertos, unos muchachos sentamos en la tierra con sus caballos al lado. Seguimos el camino por varios minutos. Un Mercedes Benz con unos cauchos gigantescos nos sorprendió,  el sello de Hecho en Venezuela en uno de los lados posteriores nos sacó más de una carcajada. El camino aún más angosto retaba al que sufre de vértigo, de un lado el cerro, del otro el barranco lleno de vegetación muy tupida. Alguien preguntó “¿seguimos en Galipán o en Vargas?”, otro respondió ya entramos en la vía del Litoral.