Así que el sábado 19 de julio decidí cumplir con mi
promesa pero con la guiatura de Debys López, de la Fundación Historia
Ecoturismo Ambiente (Fundhea), a través de la ruta que ellos han llamado Paseo
El Calvario: El ego de dos presidentes. Y también me traje a mi amiga
Lorena.
Mi primera sorpresa fue que no subimos por las
escaleras sino que las bordeamos y continuamos caminando a mano derecha. Y
cuando llegamos, ahí estaba, bello, el Arco de la Federación y un tranvía que
abordaríamos para subir al Calvario. Eran como las 2:30pm…
El recorrido en este vehículo fue solo un paneo de las
locaciones que más adelante caminaríamos, acompañados por las anécdotas y la
historia que flota más arriba de las imponentes escaleras blancas que solemos
ver desde la carretera.