jueves, 28 de enero de 2021

Diciembre 2020

 

Rojo, collage manual, © minerva vitti rodríguez

El fin del mundo suena como los fuegos artificiales partiendo la noche con todos sus colores. La boca abierta tragando la pólvora, creyendo la ilusión del alumbramiento. “Alegría de tísico”, canta mi abuela montada en una rama. Ruido que no te deja escuchar la ola alzarse con todos sus peces para caer como un tobogán por la montaña e inundarlo todo: la noche, esta ciudad, la boca abierta, la rama, el fin del mundo. ¿A dónde huir el 24 de diciembre a las 11:40 pm, el 25 a las 12m, el 31 a cualquier hora? A dónde, si el peso de los ausentes ya no entra en las maletas que ruedan las mujeres en la avenida. ¿Rituales para viajar, migrar, huir, morir? “La ausencia es presencia”, me dice la voz en un sueño.