Hoy
conocí a Kia-Barú Gómez, un artesano de Marigüitar, estado Sucre, que vino a
una feria en el Parque Generalísimo Francisco de Miranda a mostrar sus juguetes
tradicionales. Kia-Barú se especializa en juguetes étnicos y estos tres que le
compré son tipo señuelo, que según él lo usaban los indígenas de las etnias Chaima,
Kariña y Warao.
El Gurrumango lo hizo con pepa de mango y tiene
un funcionamiento similar al gurrufío. En Venezuela tiene una historia de más
de 200 años; pero sólo se conoció en algunos lugares del país: en el oriente:
Margarita, Cumanacopa, Cumaná, Cantaura, Barcelona, Barlovento; en el centro:
Guarenas, Caracas, Maracay; y en el occidente muy poco se conoció (…) Este
juguete ha tenido varios nombres según la zona donde ha visto: guarandinga,
terere, tiraboquete, gurrufío de concha y carreta, zaranda de mango, entre
otros (…) Es un juguete que invita a la relajación[i].
El cultor sucrense
me explicó que la ranita que tiene pintada es un símbolo yekuana, también me
contó que a pesar de que el mango está por toda Venezuela su origen es
asiático. ¿Interesante saberlo no? Y más ahora que estamos en la temporada de
mangos.
Los otros dos
juguetes que le compré son una especie de silbatos y al manipularlos evocan sonidos
similares al de los pájaros, ranas y hasta cigarras. Quedé con ganas de
comprarle un silbato más pequeño que reproducía exactamente los cantos de
varios tipos de aves. Pero solo le quedaba uno así que me tocará visitarlo por
allá en Sucre.
La zaranda
En
otro puestico conseguí una zaranda hecha de materiales reciclables.
Investigando encontré que tradicionalmente la zaranda se elabora con una
especie de tapara pequeña, que en algunos lugares le llaman camaza, a la cual se le hacen dos
orificios equidistantes; además se le inserta un palito, el cual le sirve para
darle movimiento cuando se le enrolla una cuerda de aproximadamente medio
metro. Los dos agujeros que tiene permiten que la zaranda cuando está girando
emita un sonido característico. Cuenta el juguetero Víctor García (Edo. Anzoátegui)
que este objeto era usado en el pasado por los indios kariña y el sonido que producía la zaranda permitía
llamar la atención de su dios Kaputano.
Luego procedían a realizar las peticiones de la tribu. En nuestro pasado
reciente, la zaranda se empleó en tiempos de Semana santa. Allí la bailaban las
mujeres y los hombres usaban sus trompos para romper las zarandas; si lo
hacían, la dueña de la zaranda pasaba a ser su novia por un día o por esa tarde[ii].
…
También me compré un par de
maracas de tapara y madera; y una tortuguita hermosa elaborada con cartón de
huevo. Me refrescó ver tanta creatividad
y definitivamente me convertí en una niña más.
Referencias
No hay comentarios:
Publicar un comentario