jueves, 14 de marzo de 2019

Diario en una Venezuela apagada



(Jueves, 7 de marzo de 2019: la electricidad se va a las 4:57pm)
Tú mirando a la multitud caminar por la avenida Francisco de Miranda porque el apagón te agarró en el Parque del Este mientras entrenabas. Ellos tratando de llegar a su hogar con el impulso de sus pies (y la voluntad). Los guardias nacionales corriendo detrás de alguien que tal vez robó entre el río de gente y huyó hacia el parque. Tu saliendo porque afortunadamente te llevarán a casa. La mujer embarazada, con su hija en brazos y dos bolsos, esperando en la entrada del estacionamiento del parque, para que le den la cola. Ella que se monta y nos cuenta que iba para Charallave pero ahora se regresa a Petare: “Yo voy para el 12, pero si me deja en el puente Baloa yo me sé mover por mi zona. Así no puedo caminar”. Así no puede caminar. Y los otros que siguen caminando por debajo del elevado de Los Dos Caminos en la penumbra, con la inseguridad y el hampa rondando. Acompañándose como manada.

Tu sumergiéndote en la oscuridad de la casa, buscando un yesquero, una vela, tratando de llamar a la familia sin resultado porque las líneas telefónicas no funcionan. Tu preocupándote. Tu encendiendo la vela, abrazando al que llegó bien, cenando, escuchando una clase grabada con la poca batería que queda, durmiendo. Los zancudos que molestan, el calor que no deja, la desinformación que azota.

(Viernes, 8 de marzo de 2019: la electricidad regresa a las 12:30pm, se va a las dos horas, regresa las 7pm)
Despertar con las guacamayas que solo saben de amaneceres y atardeceres. Desayunar. Doblar la ropa que ha estado en la cesta más de una semana y escuchar el Sukhoi ruso gritando guerra al cielo. Transcurrir con el día sin mirar el reloj, el celular, la computadora.Volver al lápiz, al papel, al libro, lejos de la pantalla. Es el tiempo del ser humano alterado. No el del día, las aves, las hormigas o los árboles.

El piso mojado anunciando que la nevera y el país tienen 20 horas desconectados. “No la habrás mucho para que no se vaya el frío”. La tía volviendo a la tierra porque no puede hacer las transferencias: limpiando el patio, arrancando el monte, podando las plantas.  El sonido tenue de los carros en la autopista. Los acordes de guitarra levitando.

Tiempo sin tiempo. Letargo infinito. Hastío irrevocable.

Salir para saber qué está pasando. Ver a un camión de PDVSA surtiendo la planta eléctrica del Excelsior Gamma. “Ladrones”, un chamo les grita desde un carro. Una cuadra más allá los carros ocupando varias calles, esperando que abra la estación de gasolina. Dentro del carro, escuchar a la locutora de Radio Nacional de Venezuela diciendo que hay gente amargada porque ellos “si tienen luz”. Ella que entrevista al gobernador de Miranda, y en pleno contacto telefónico se cae la llamada: tuc, tuc, tuuuuuuuuc. “Sabotaje”, desinforma. ¿De verdad? ¿Es en serio? Nadie les cree.

Volver a casa para ahorrar gasolina. Pensar en la gente que está conectada a aparatos eléctricos en los hospitales, en los niños recién nacidos, en las operaciones. Llorar. Respirar. Volver al lápiz, al papel, al libro. Salir a ver el atardecer, y encontrarse al pueblo en la ciudad: gente sentada al frente de su casa conversando, jóvenes jugando chapita (si, con un palo de escoba y chapas de cerveza), el parque repleto de niños, padres, ancianos.  

(Con tantas violaciones de DDHH casi se me olvida que es el Día Internacional de la Mujer).

(Sábado, 9 de marzo de 2019: la electricidad se va a las 11:46am)
Ir al parque a correr (en el caos debes mantener tu rutina). Intentar comunicarte con tu familia, sin lograrlo. Buscar algo de información, sin lograrlo. Volver al libro y elegir el poemario Viento del pueblo, de Miguel Hernández, poesía comprometida que encarna el sentir solidario del poeta con el pueblo que lucha contra la opresión. Asistir a la misa a oscuras. Contemplar el atardecer.

¿Qué pasa cuando se desconecta el sistema, cuando te imponen un retiro de la información y las redes sociales, cuando entras en un vacío? ¿Vacío solo o vacío fértil? Vacío para contactarte con la raíz, con lo que eres, con la manera en que quieres resistir, con la forma en que te relacionas con tu familia y los que te rodean. O vacío para dejarte consumir por la rabia, la indignación, la impotencia y la desconexión. ¿Cuál eliges? ¿Cómo mantener la densidad interior y que la situación te afecte, pero no te influya?

Nos necesitamos sanos, nos necesitamos sanos. Repetir el mantra.

Mientras tanto, noche de seguir luchando contra Las Olas de Virginia Woolf, alumbrada con velas.
Dormir.

(Domingo, 10 de marzo de 2019: la electricidad regresa mientras dormimos, se va a las 2pm, regresa a las 5pm)
Ir al parque a correr (en el caos debes mantener tu rutina) y encontrar que hay gente haciendo fila con sus pimpinas para tener un poco de agua. Intentar comunicarte con los tuyos, sin lograrlo. Salir a rescatar a un familiar (80 años) que no tiene electricidad desde el jueves, subir 15 pisos, respirar. Bajarla con sus peroles (15 pisos)

Mirar los carros estacionados en la autopista, adentro la gente tratando de buscar señal en sus celulares o escuchando la radio. Oír a la misma locutora de Radio Nacional de Venezuela, ahora entrevistado al gobernador del estado Aragua que dice que entregarán bolsas CLAP. Tuc, tuc, tuuuuuuucccc. Se cae la llamada. “Ataque imperial”.

Asistir a la misa y que todo te resulte actual: “… el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra opresión, nuestro trabajo, y nuestra angustia…”. Ya empezó la cuaresma, lo sentimos, porque vamos por el desierto: ayuno, oración, caridad.

Contemplar el atardecer.

Dormir.

(Lunes, 11 de marzo de 2019: varios estados de Venezuela tienen más de 87 horas en la oscuridad)
Poder hablar con algunos miembros de la familia.

(Martes, 12 de marzo de 2019: varios estados de Venezuela tienen más de 100 horas en la oscuridad, en algunos se reestablece pero siguen los cortes)
Ir al parque a correr (en el caos debes mantener tu rutina) y encontrar el triple de gente haciendo fila con sus pimpinas para tener un poco de agua. Recibir la noticia de que Luis Carlos Díaz está preso (si, el martes a las 9am, porque no tuvimos acceso a informaciones los días anteriores). Activarse. Acompañar a Naky en la Fiscalía. Reencontrarse en el dolor y la resistencia.

Llorar.
 Epílogo precoz de un apagón

Incertidumbre. El piso está seco. La nevera no se derrama más. Seis días son demasiado. Meses y años un crimen. La comida que se daña o acaba, el agua que se va, el enfermo que se muere, el negociante que se aprovecha, el metro que no funciona, los teléfonos que no comunican, la insulina que se pierde, el poder que desaparece, encarcela, oprime.

Señor, acompáñame en la tribulación. Fatiga tanto andar sobre la arena de este desierto en cuaresma si el corazón no se llena. Me abrazo a tu cuerpo como el tronco a su tierra, con todas las raíces y todos los corajes. No cesará este rayo que me habita.

El papel y el lápiz ilustran mi garganta, mi mirada, mis sollozos de fieras de todos los tamaños. La creación se derrama sobre mí en esta noche oscura de sartenes.

Vacío fértil te invoco. Que la oscuridad se vence con luz, que al alma no la matan con cárcel ni disparos, que aquí nos acompañamos, que estamos cansados pero no vencidos.

Lanzamos la red, esparcimos la semilla y mientras transcurre la luna crecemos espigas.

Señor, acompáñame en la tribulación.

***
El 7 de marzo de 2019 Venezuela quedó a oscuras. La crisis que afecta el servicio de electricidad y la falta de mantenimiento llegó a su límite. Siete días después aún hay lugares que tienen más de 168 horas sin electricidad ni agua. A Caracas le tocó vivir la violación constante de los derechos humanos que padecen muchos habitantes de la geografía venezolana, que desde hace años no ven estos servicios o los tienen de forma interrumpida. Desconexión, incertidumbre, usura, y desapariciones forzadas fueron las constantes en estos días sin luz. Con todo el panorama sombrío también emergió la solidaridad, una de nuestras fortalezas en medio de la emergencia humanitaria compleja.

La oscuridad se vence con luz.


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