Escritos
en piedra de kako están sus nombres. Los nombres de los que ya no están entre
nosotros. Una astilla en mi corazón que no sale los llora. Flor de muerto. Áspero
festín. El agua se vuelve roja. La olla se rompe en pedazos. Corres en el
monte. La tierra se raja. Se rompe desde adentro.
Quieren
militarizar tu territorio. Quieren señalarte de secesionista. Quieren matarte
para penetrar tus entrañas. Quieren buscar una excusa para entregar tus
territorios a las corporaciones militares y extranjeras. Quieren seguir con su
Arco Minero del Orinoco. No hay sosiego junto al camión del Ejército, ni de los
sindicatos, ni de los colectivos, ni de los matones, ni de los gobiernos.
Cómo
explicar esta nueva muerte, la mujer cayendo en el suelo, sus ojos anochecidos,
su cráneo sintiendo el suelo.
Quiero
cantar a los pemón desde su piá. Es el camino que se ha de andar al revés. Porque
si en el tiempo inicial todo era pemón, todo vivía y sentía como pemón, había
respeto por todos los elementos de la naturaleza, por la vida.
Veo
el Wadaka a través de la neblina, inmerso en la luz indecisa. Veo al pemón
taurepán, arekuna, kamarakoto. Veo al cuarto pueblo indígena más numeroso de
Venezuela. Veo a 30.148 seres humanos. Veo La Gran Sabana. Veo sus saltos y
ríos. Veo la deuda con la demarcación; con la consulta previa, libre e
informada; con la salud; con el hambre.
Voy
con tristeza nativa. Pero ahora proceso a alentarme. No están solos. Bien vale
explicar de nuevo que #ConELPuebloPemón estamos, que #NoALaMilitarizaciondelaAmazonia,
porque #PemonSomosTodos.
.
.
El
contexto de la resistencia de los indígenas pemón de Kanaimö:
http://revistasic.gumilla.org/2018/el-contexto-de-la-resistencia-de-los-indigenas-pemon-de-kanaimo/?fbclid=IwAR2jOMrfcQ_5xtVcz7_MQ0Jx8UjKFQ_2h73LOzmqQU7qPf6bWwWr-JAPt6c
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