miércoles, 25 de noviembre de 2020

En lo alto de la montaña



¿Cuál es el sentido de la existencia: una camioneta último modelo, llevar a la familia a comer parrilla en Galipán?

¿Quién es el verdugo en la nueva cárcel?

¿Cuánto cuesta mantener la pobreza espiritual?

¿Qué sientes cuando lanzas los dados sobre la mesa del casino mientras en las láminas de zinc caen las balas?

¿Cómo sabe el trago que tomas con la sed ajena?

¿Qué murmura la foto de la abuela junto a la tarjeta del banco?

¿Qué alumbran las luces de navidad en la estación del teleférico?

¿Quién conduce la caravana blindada?

¿Quién vive tras los muros de la nueva mansión con nuevos habitantes?

¿Cuánto duelen los mordiscos de las retroexcavadoras, la bota pisando la boca, el hierro perforando la piedra, el motocross flagelando la tierra?

¿Estaba rico el sándwich de pernil? “¡Qué lástima! De lo que se pierden los que comen de la basura”.

Cuando juntas tus manos, ¿llueven los dólares del cielo o de las fosas, tu cartera?

¿Para quién es la cruz que alumbra en lo alto de la montaña, su encendido precoz?

No puedo creer que no exista otro mundo distinto

a este círculo de pilares dorados

cercando la vida

con su lógica enferma.

Desearía tener la lengua de la mantis religiosa

hurgar tu fondo vacío y que me agradezcas.

Ya sé que te asusto con torpeza, pero

los amigos me han preguntado

¿qué pasa en nuestra ciudad?

y a veces tengo miedo

de que “seamos felices”

adentro de este libro de psiquiatría

(más miedo me da este tono de jueza)

Quiero desvestirme del panfleto arrugado

que cubre mi cuerpo

mirar con misericordia

a los que no la tienen

esquivar esta rabia que me agota

¿acaso la fe no mueve montañas?

pero no se trata de la montaña.

 

#poema #poesía #extractivismourbano

 

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