Escritos
en piedra de kako están sus nombres. Los nombres de los que ya no están entre
nosotros. Una astilla en mi corazón que no sale los llora. Flor de muerto. Áspero
festín. El agua se vuelve roja. La olla se rompe en pedazos. Corres en el
monte. La tierra se raja. Se rompe desde adentro.
Quieren
militarizar tu territorio. Quieren señalarte de secesionista. Quieren matarte
para penetrar tus entrañas. Quieren buscar una excusa para entregar tus
territorios a las corporaciones militares y extranjeras. Quieren seguir con su
Arco Minero del Orinoco. No hay sosiego junto al camión del Ejército, ni de los
sindicatos, ni de los colectivos, ni de los matones, ni de los gobiernos.
El
pemón camina con el tiempo enroscado en el cuello.