lunes, 8 de julio de 2019

Junio 2019


Junio me montó en su lomo, desplegó sus alas y comenzó a volar.Me agarré fuerte de las riendas pero no tuve cuidado con el cuerno que salía de su frente.El viento me despeinó y una humareda de polvo me envolvió cuando caí y raspé mis rodillas. Galopando sobre mi caballo de nubes.Mi vida delante de mí. Galopando. Mi vida detrás de mí.

Una semana en un lugar y la siguiente en otro. Caminé buscando los signos cotidianos, los gestos de la costumbre, mis rutinas. No los encontré. En el viaje mi cuerpo sintió los cordonazos, me abandonó.  
Es tan difícil procurarse silencio y quietud interior con tanto movimiento, pensaba, y a las horas el ritmo me llamaba y ya estaba envuelta de nuevo en la danza roja, diabólica. “Soy como una bandera con sed de lejanías” (leo a Rilke) Qué difícil es comprenderme.
Con todo y eso pude leer mucho, aunque casi me vuelvo loca con “La mujer rota” de Simone de Beauvoir. ¿Acaso yo también estoy rota, rasgada, quebrada? Soy tantas y a la vuelta me desvanezco con el viento que muelen las alas del molino. El mismo viento gentil que planea mi caballo.
Ando por los caminos empinados cubierta con mi férula. Que no lo puedes hacer todo, que las personas en quienes creía tienen más sombras que luces, que igual los quiero seguir acompañando, escribiendo, contando. Que las causas no son románticas y traen consigo muchas contradicciones.
No interfieras en los procesos de la gente (Pero es que se van a dar un coñazo contra la pared) No te metas (¿Cómo negocian con el opresor sin salir lastimados?)
Camino por un túnel natural formado de raíces: el suelo, las paredes, todo envuelto en raíces profundas. Nadie las ve. Diez mujeres aymaras danzan. Me acerco. Voy vestida con una camisa seria de uniforme y una falda amplia de colores. De mi cuello cuelgan unas llaves. Comienzo a bailar. Mi falda se cae, desnuda mis piernas, me detengo, la ajusto a mi cintura con un prendedor y vuelvo a la danza.

Sabio junio. Augurio de contradicciones. Uniforme y falda de colores. ¿Cómo negocian con el opresor sin salir lastimados? Batallando enrededados en sus raíces. ¿Cómo encuentro los signos cotidianos? Viajando con arraigo. Mujer rota, ¿dónde está tu cuerpo? Aun no lo encuentro. 

No hay comentarios: