sábado, 30 de noviembre de 2019

La Fuerza del Jebumataro



  

Una carpa en un jardín lleno de árboles. El tiempo detenido en las miradas amorosas, familiares y desconocidas hasta hoy. El padre, mensajero de su hija Valeria, una compañera de la universidad que ya no está en Venezuela, ha venido en nombre de los que están lejos pero con el corazón de estas tierras. Mis guías sentados junto a mí: Liza, Alfredo, Manuel, Monsonyi. Mi primer libro La Fuerza del Jebumataro acompañado por la historia de los objetos que comparten la mesa con él: unas cestas y una curiara hechas por el pueblo warao que he traído de mis viajes; otra cesta yukpa que le compré a Opirashi cuando vino a Caracas y vendió artesanía para poder comer; una maraca fabricada por un artesano de nombre Kia-Barú Gómez.

Medatia, personaje mítico de la cultura yekuana, quien emprende un viaje maravilloso que lo lleva hasta el cielo para dar respuesta a los males que aquejan a su pueblo (la tristeza, el hambre y la enfermedad); que durante el viaje se hace sabio y cada lugar que recorre le deja un aprendizaje y vuelve a la tierra para enseñar a su pueblo lo que aprendió; me ha traído hasta aquí: una carpa detrás de un Andrés Bello de metal donde, según un mito universitario, no podíamos estar porque no nos graduaríamos. Andrés Bello, cara en un manual básico de ortografía que me obsequia mi padre, Andrés Bello el premio que le darán al profesor Monsonyi por su estudio de los idiomas indígenas; Andrés Bello donde estoy presentando este regalo de vida.



Alfredo habla de mis primeros contactos con el mundo indígena, las lágrimas, los miedos, las alegrías; Monsonyi dice que este es un libro femenino que le ha enseñado mucho. Un minuto de silencio por todos los muertos del pueblo pemón. Liza rememora mis inicios como contadora de historias y el primer relato del libro. Afuera la gente camina, habla, mira libros, pero aquí adentro de esta lona blanca el tiempo ha quedado detenido en una intimidad que nos hermana.

Mi padre llora en el público. Es la primera vez que está completamente. Tal vez sus lágrimas son de plenitud.

El canto Joa warayaja (espítritu sanador de dolores) se derrama sobre nuestros cuerpos. Leo un fragmento del libro “Jojomare, música y baile warao”, que me ha enviado Beatriz Bermúdez, y qué explica cómo los indígenas fabrican el jebumataro y su signifcado.

Ni pétalos de flores, ni hojas secas, ni agua, ni tierra.

Es el sonido de una pequeña maraca que baña cada una de las páginas del libro. La música que sana ha sido el camino elegido para bautizar este viaje que tiene el nombre de la maraca sagrada que aleja las tempestades y sana a los enfermos: jebumataro. No podía ser de otra forma. Canto con voz que retumba en nuestro inconsciente y nos transporta a los inicios, canto de piedritas guardadas en una tapara por alguien llamado Kia-Barú (y que me suena a Ikabarú).




“Aun si fuera por este pequeño legado, canto shamánico con su belleza infinita y la parte mágica y poética que lo acompaña, el pueblo warao merecería sobrevivir hasta la eternidad”, dice Monsonyi.

Luego mi padre le cuenta al profesor que cuando trabajaba en una compañía telefónica conoció a Korta. Intenta describir el lugar pero no se acuerda del nombre. “Cacurí”, le responde Monsonyi. “A esos son los hombres que deberían hacerles estatuas”, agrega mi padre.



Cuándo comenzó a tejerse esta historia de hilos desconocidos que hilvanan la gran tela de colores que es mi destino. Cuando terminaré de comprender que toda escritura es autobiográfica. Que no cuento al otro, que en cada línea me estoy contando.
La carpa ha quedado vacía. La lluvia comienza a caer. “Nosotros los indígenas creemos que si te cae un palo de agua después de presentar un proyecto es porque va a traer muchas cosas buenas”, me dice Arasary.

La Fuerza de Jebumataro emprende su viaje a Ítaca. Que vayas y cuentes estas voces sagradas de los pueblos indígenas. Que vayas lejos, muy lejos, y que cuando vuelvas hagas como Medatia que a su pueblo contó lo que aprendió: que todo se puede con LA FUERZA DEL QUERER.  







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