Hace aproximadamente 20 minutos casi pierdo la vida a manos
de un ladrón y su navaja. Iba bajando por la urbanización Palo Verde rumbo a
una entrega de premios de Derechos Humanos cuando un hombre me interceptó y me
dijo que le diera mi cartera o “me cortaba”. Yo hice resistencia, y sé que
muchos me criticaran, pero cómo le voy a dar mis pertenencias a ese tipo, cómo
voy a perder los contactos, información que llevaba en mi bolso. Pero mi
resistencia casi me cuesta la vida, y justo cuando su mano con su navaja casi
alcanza mi abdomen solté el bolso. Llena de rabia empecé a correr detrás del
hombre, gritando que me había robado, que ahí llevaba mi trabajo.
Como una
cuadra más adelante unos hombres lo agarraron pero lo dejaron ir. Yo seguí
corriendo, pero los tacones me quitaban velocidad. Tres cuadras más arriba, en
la panadería de Palo Verde, me detuve y entré en crisis, lloraba, gritaba. De
repente una señora me trajo mi cartera, mientras tanto una cuadra más arriba al
hombre lo caían a golpes. La gente me compró agua, me trajeron azúcar. Y un
motorizado, el que lideró el rescate de mi bolso y mi dignidad, se me acercó y me dijo que él vivía desde
hacía 40 años en Palo Verde, que él tenía que cuidar a su gente.
Con todo esto
y aun en crisis decidí regresar a mi casa, el señor de la moto me escoltó y me
dijo “tranquila sube a tu casa y tómate una manzanilla”. Yo le pregunté su
nombre y a estas alturas me siento mal porque lo olvidé por completo, solo
recuerdo que tiene 46 años me dijo: “aquí todo el mundo me conoce, cualquier
cosa pregunta en la licorería por el señor de las palmeritas”.
Me da rabia sentir que estoy perdiendo la esperanza en la
gente de este país, yo que siempre he amado esta tierra, que he apostado por
Venezuela. Hoy estuve a punto de ser herida o muy probablemente perder la vida
por poner resistencia ante un delito, por defender mis cosas que más que algo
material es mi dignidad.
1 comentario:
Me tomaré el atrevimiento de compartir esta entrada en mis redes. Éxitos Mine.
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