domingo, 29 de junio de 2014

Ruta #3: La ruta del Cortafuegos (Chacaito-Loma de Viento)

Hoy tuve un orgasmo ecológico. De esos que me dan cuando descubro nuevos lugares. Quería hacer mis 10K en un lugar diferente al Parque del Este y anoche, investigando, descubrí que muchos maratonistas recomendaban entrenar en el Cortafuegos. Al principio me dio algo de pena no conocer este lugar, y para no seguir en ese estado vergonzoso me dispuse a cambiar la situación.
Así que en la mañana, luego de tomar un buen desayuno, decidí hacer esta ruta, pero en sentido este-oeste. Desde el puesto de guardaparques de Chacaito hasta Loma de Viento, cerca de San Bernardino. Primero tomé el metro hasta la estación Altamira y el TransChacao hasta Sabasnieves. Al entrar por este acceso del Ávila crucé a la derecha, en el primer puesto de guardaparques, y salí hacia la avenida Boyacá o Cota Mil, caminando en sentido oeste.
A medida que iba avanzando por esta autopista quedé fascinada con los patineteros que han tomado esta parte para practicar. Pasaban a mi lado como ráfagas de aire, haciendo una que otra pirueta, o simplemente un poco agachados sobre su patineta y dejándose llevar por la velocidad. También puede observar que en uno de los puentes un grupo tenía unas cuerdas suspendidas.
Caminé cerca de un kilómetro hasta la entrada de Chacaito y comencé el ascenso por el cortafuegos, un camino empedrado y muy inclinado. Es bastante fuerte. Reconozco que las piernas me temblaron y que imaginé que todo el caminó iba a ser así, me preguntaba si comenzar a trotar o seguir caminando. Decidí dejar el desespero y poner en práctica la segunda opción.
 


Luego de aproximadamente 20 minutos llegué al puesto de guardaparques de Chacaito. Aquí puedes recoger agua de una de las tuberías.
La ruta desde ese punto hasta Loma de Viento es de 6 kilómetros, y el camino se veía más o menos plano (gracias a Dios). El cortafuegos está a unos 1100 metros de altura.  Había leído que en el puesto del guardaparques había una virgen pintada de dorado, pero preferí continuar mi recorrido y verla a mi regreso, ya que para poder hacer los 10K (ahora 12K) tenía que ir y volver.
Cuando comencé a trotar me llené de una energía diferente. A medida que avanzaba me encontraba gente sonriente y de pronto ¡Dios! Ahí estaba mi Caracas en la más perfecta vista. Sederos con curvas, al principio de tierra y otros tantos empedrados, rodeados de una vegetación densa y húmeda, absolutamente fabulosa para no sofocarse por el calor del sol.
En algunas partes del recorrido, cuando no puedes ver la ciudad, te sientes en medio del bosque; porque a pesar de ser un sitio maravilloso no está abarrotado de gente como Sabasnieves o La Julia, así que tienes momentos muy ricos de soledad, aunque sean 5 segundos, solo tú con la naturaleza.
Y en otras partes del camino, del lado izquierdo, hay rocas de donde comienza a emerger agua. Muy rica y fresca y pertenecientes primero a la Quebrada Ávila y, más adelante, a la Quebrada Maripérez.

Casi en la mitad de la ruta hay una gente que vende heladitos, por si quieres recargar energías. También hay un cartel que te indica que Loma de Cuño y Papelón lo puedes subir hacia la izquierda por un cortafuegos superempinado pero corto, o seguir derecho hacia Loma de Viento en San Bernardino. En esta parte la gente se sienta a descansar y disfrutar de la vista. Yo decidí continuar.
Corría y sentía como un masaje en mis pies (así de emocionada y extasiada estaba). Algo muy curioso y que vine a comprender hacia el final fue el tema de los kilómetros. Estos estaban pintados en el suelo o en alguna roca con números negros sobre un recuadro blanco, y a medida que yo trotaba notaba que estos iban en cuenta regresiva. Para mi emocionante, porque me sentía en un 31 de diciembre a punto del cañonazo, era una prueba de mi resistencia.

El cortafuegos es algo así como el Edén. Como dije, la mayoría te regalaba una sonrisa, y luego un par de niñas estaba jugando a algo muy divertido, a quién le daba los buenos días a la mayor cantidad de personas. Sin duda para sonreír de nuevo.
Cuando llegué a Loma de Viento fue el clímax total, aunque debía guardar energías para el regreso. Pero al fin y al cabo esta era una ruta exploratoria, ya me había parado, solo por unos segundos en algunas partes, a hacer foticos y tomar agua.
Una señora me preguntó si quería una foto. Ella se llama Norys y tiene 40 años subiendo el Ávila. Comenzó a interrogarme sobre las rutas:
—¿Has subido por el Papelón? ¿Has subido al Humboldt por esta ruta…? ¿Conoces dónde está la Cruz del Ávila? Ah… Sabes que puedes subir por el… ¿Y la Piedra del Indio?
Norys fue Boy Scouts y se conoce el Ávila de punta a punta. Ahora sube con un grupo de amigas y hacen distintas rutas: “¿Sabes? Yo subo todos los días, vivo por aquí cerca, yo me conozco todo el Ávila, pero lo sigo haciendo por mantenimiento. ¿Te has inscrito en algún maratón? ¿No? ¿Pero qué estás esperando? Si te gusta, ¡hazlo!”.
Sin duda toda una motivadora estrella. Intercambiamos números y me dio algunas orientaciones. “Si subes con nosotras serías la más muchachita”, se despidió.

Fui a recargar agua en el puesto de guardaparques de Loma de Viento y a curiosear detrás de la casita. Encontré un mural con el mapa del Ávila y sus rutas, hermoso y lleno de colores.

Me regresé trotando. Sí. Y, sorprendentemente, con más energías. Ahora los kilómetros iban en cuenta ascendente y entendí. Es que empecé por el final. Reí fuerte y libre.

Cuando llegué al 6.150 kilómetro, justo en el puesto de Guardaparques Chacaíto, pregunté dónde estaba la virgen y tuve que bajar por un sendero súper estrecho y húmedo. Luego el camino se hizo más amigable y ahí estaba la Virgen de la Inmaculada Concepción, la virgen dorada. Había leído que la van a trasladar a la cima del pico Oriental.

Descanse un rato a sus pies para retomar el camino empedrado hasta la Cota Mil, el TransChacao y el metro hasta mi casa, satisfecha por haber conocido esta nueva ruta. Todo el recorrido desde Sabasnieves hasta Sabasnieves fueron 2 horas 40 minutos y 1248 calorías menos. Felicidad total.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Excelente señorita.

Minerva Vitti dijo...

Que bueno que hayas pasado por aquí y que fino que te haya gustado. Un abrazo.

Unknown dijo...

Excelente! Lo voy a intentar