A
veces necesito silencio para contemplar mi paso por esta vida. Entonces me abro
camino en la humedad verde del Ávila, escucho el saludo de los colibríes, me
envuelvo en mariposas oscuras y desato el tejido de las arañas en los caminos
poco transitados. Mis pies se hunden en las hojas pastosas del bosque, escalan
rocas y crujen los granos de arena de la Fila Maestra. El viento se mete debajo
de mi camisa, muerde mis senos, me restriega las carnes y tambalea mis
andanzas. Los ojos llenos de Mar Caribe y edificios de ciudad atrapan este
rincón del mundo que habito. Camino y siento que estoy en cada hoja, en cada
piedra, en cada rayo solar, en cada pájaro. Soy todo lo que existe. El espíritu
de mi abuela me observa porque hace tres días ella también cumplió un año de su
paso a otro plano. Por allá, encima del Pico Oriental, pasa envuelta en una
bandada de nubes rumbo al mar. Rafaela siempre fue agua salada. Aferro mis
manos a las piedras para ayudarme. Ignacio va a mi lado. Yo voy dentro, en su
alma.
Pienso
en que había esperado está edad desde el día en que comencé a ver el reloj
marcar las 3:33pm. Siempre que volteaba ahí estaba esa hora maligna, varias
veces a la semana, durante ocho años. ¡Algo importante va a ocurrirme a esa
edad!, pensé. Hoy es 29.08.2019, estoy cumpliendo 33 años, y varias cosas se
adelantaron: mi abuela murió, entendí que no soy una causa, empecé a buscar mi
deseo, miré hacia adentro en silencio, cuestioné la estructura católica, contemplé
el porvenir, me envolví en mis raíces y voy
a buscar las que me faltan.
Me
siento en un misterioso estado de insecto en capullo. Mercedes dice que estoy
en un periodo de incubación. Suena mejor. ¿Qué clase de mariposa seré? Ojalá
una morada o azul. Quiero mantener los ojos abiertos dentro de la oscuridad
silenciosa de este albergue calcáreo.
Voy
a la montaña para ver los acontecimientos mientras camino: mis 28 entre las
nubes, mis 29 con el Mar Caribe, mis 30 en la Laguna de Santo Cristo, mis 31 en
el Camino de Santiago, mis 32 con la muerte. El viento silba entre bambúes. Cuando
baje escribiré para recordar mis 33 en la montaña.
Ando
buscándome.
***
Mis
regalos: el libro El Viajero del Siglo, una carpeta con materiales de poesía
documental, una ruta de montaña, una cena de pizza y cumpleaños feliz con un
pedazo de brownie… Más regalos: una cena china con cervezas, una torta en el
Gumilla, una pulsera con las banderas del mundo, un brownie en casa.
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