miércoles, 12 de febrero de 2020

Enero 2020


De qué trata esta esterilidad que me habita cuando no encuentro la palabra.  ¿Acaso no debería estar preparada para estas tormentas? Vivo en ellas y sin embargo me sigue costando atravesarlas. Veo el álbum de fotos y lloro. Enjuago los morados en mis piernas. Maldigo los intentos frustrados de aprender andar en bicicleta. Escribo los acontecimientos más importantes de una década que termina. Reviso mis lecturas de este mes. Son los libros los que me han salvado en estos tiempos. Cuando intento protegerme de la enfermedad materna, enfermo de una gripe que me envía el universo para que resuelva nada más que mi propia existencia. La familia está cansada. Yo también. Cómo se me ocurrió pensar que jamás me ocurriría. Atenea se fue a la ermita y no regresa.

Presentía que todo se volvería turbulencia, así ocurre cuando alteramos el sistema, y qué dice el sistema: culpa saco que se posa espalda ardida roce cristiana familia mala hija novela.

Entre fluidos, tos, dolor corporal ordeno libros, recojo cosas, limpio todo para no olvidar que siempre he sido movimiento. Como el de los primeros días de este mes. Como la pieza agregada el 15 de enero a este proyecto que se llama vida. Como las contradicciones que me generó. Como los afectos que nos acompañaron para ver cruzar este amor por el puente.  

Me asomo en la ventana. Un gato negro rebusca en la tierra. Observa. Se desliza lentamente. Un brinco. Una carrera hasta desaparecer. El canto áspero como lija en el viento. El balanceo leve de las ramas llenas de parásitos que cuelgan como nidos de conoto. Lo veo todo o son estos seres los que ven hacia la habitación número 39.

Una columna que se atraviesa en el paisaje y el sonido de la campana detienen este amasijo de imágenes. “Siento una avorazada gana de haber vivido, de no volver al principio”. Aprendí a ser libre con todo y mis jaulas.
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Foto: Vista de Caracas desde un mirador en Casalta. Rafael Poleo.

2 comentarios:

Dayana Barrios dijo...

Excelente lectura, poesía andante!

Minerva Vitti dijo...

Dayana muchas gracias por leer y más por dejarme tu comentario. Un abrazo grande.