I
Cruzar la línea huyendo del hambre y la
enfermedad. Encontrarte al otro lado arraigándote a lo que eres: wajibaka,
janoko, yuruma, moriche, chinchorro, warao. A veces la distancia hace conocerte
mejor. ¿Cómo viven los warao en Pacaraima? Resistiendo el más insoportable de
los despojos. Y así se sientan “como árbol caído”, “como que vamos a canalete”,
nadie puede quitarles la raíz
fundamental, su cultura, su idioma.
Raíz. Curación. Madre.
Raíz de los que se
adaptan en nuevos territorios. Raíz que integra y no desplaza. Raíz que se prepara
para convivir. En eso andan algunos warao por allá en Brasil, ya Dios les mandó
a Jesús, Felipe, Peggy para que los acompañen, ya les contaremos más, pero hace
falta mayor solidaridad.
II
Estar en el territorio defendiendo lo
que eres: pata-sek, ekey, tuna, tumá, wadaka, kako, pemón. Llenarse de
contradicciones. Entender las razones. Discernir las razones. Continuar. ¿Cómo
viven los pemón en Bolívar? Resistiendo. Y así las balas se escondan en las
copas de los árboles, o el wiu wiu anuncie malas noticias, ellos dicen “no me
mates”, “yo soy pemón que significa
gente y estos son mis derechos”.
El inevitable despertar
de los pueblos saqueados. El territorio como elemento fundamental para
enlazarnos con la madre tierra, la memoria colectiva, y la reproducción
cultural de los pueblos indígenas.
Raíz. Curación. Madre.
III
Vivir en un país con esquizofrenia
existencial. Un país donde a veces sientes que puedes volar, que estas
conectado con el presente y soñando un poco con el futuro; para luego sentir
que te roban la energía, que la vida no avanza, y se queda quieta hasta la
pausa. Mirarte en un país donde debes dejar que las cosas te afecten, sí, pero
que no te influyan. Recordar que cuando el alma se siente enferma hay que
volver a la raíz, porque si dejas que la corten, morirás de tristeza y desánimo.
Siempre volver al principio,
siempre volver a la casa y escuchar las piedras de los muros que dicen tu
nombre
IV
—Hija
hay un desierto en Chile, se llama Atacama, donde ocurre un fenómeno muy
extraño. Se llama el desierto florido. Ese sitio es el lugar más árido del
planeta, pero nacen flores.
—¿Dónde
viste eso papá?
—En
un documental de futbol.
Comenzar a entender la
curación en la primicia árida. Rechazar el dolor y el sufrimiento. “Hemos sido
creados para la alegría”, nos dice el poeta Armando.
Diciembre migración,
diciembre muerte, diciembre dolor de espalda, diciembre identidad, diciembre
raíz, diciembre curación, diciembre nacimiento, diciembre Amazonía, diciembre
indígena.
Diciembre 2018.
Bienvenido 2019: Año
Internacional de las Lenguas Indígenas. (Más bien idioma, señores de la ONU)
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