Mi padre me ha dicho que le pida a Mimí que me
lleve a la capanna. Allí está la última construcción que hizo mi abuelo en 1956
antes de irse a Venezuela. Tenía 19 años. Hemos quedado para ir después del
almuerzo. La zia Benedetta también irá para recoger funghi (hongos).
Nos montamos en el carro. Junto a mí una de las
cestas que la zia Benedetta ha tejido. Mimí arranca y Melambo corre junto al
carro. Va libre, todo su pelo blanco en movimiento rozando con la hierba, su
peso convertido en viento. Los árboles en coro vegetal, juntos o dispersos,
altos, cubiertos de trepadoras. Llegamos a un bosque lleno de flores blancas,
hojas secas, bosta de caballo, árboles y en algún lugar del suelo: los hongos.
Benedetta lleva la cesta. Camina lentamente
apoyada en su bastón, la última operación de cadera la ha dejado un poco débil.
Le han recetado una inyección cada seis meses y eso la ayuda a caminar mejor,
la próxima será en noviembre. La zia estuvo enferma del corazón, pero poco a
poco se recupera y tiene la fuerza de sus 80 años.
Mimí, ella y yo nos separamos para buscar los
hongos. Melambo corre feliz, se arrastra, restriega su espalda en la hierba. Ya
ha estado aquí. Consigo mis primeros hongos y los lanzo en la cesta. Benedetta
me dice que para la próxima debo mostrárselos antes de hacerlo. Minerva, me
llama Mimi y hay un hongo muy grande delante de mí. Lo arrancó. Ellos crecen
solos allí, no necesitan cuidado y nosotros los estamos tomando para
alimentarnos. La tierra nos regala sus frutos, solo espera que la respetemos.
Nos adentramos más al bosque y las montañas se
despliegan delante de nosotros. Comienza la pioggia (lluvia) pero ninguno
corre. Benedetta habla tranquilamente. Nos montamos en el carro y llegamos a la
capanna.
Cuando la veo sonrío por dentro. Ahí está la
cabaña que construyó mi abuelo, ahí está el roble que le dio sombra a mis
antepasados cansados del lavoro. Todo esto me lo ha contado mi padre y ahora la
historia entra por mis ojos. Benedetta me dice que esta tierra tiene más de 300
años. La cabaña es una pieza de cemento, tiene un pequeño establo y un cuarto. Al frente hay un pequeño tanque de piedra en
donde se almacena el agua, tiene un compartimiento donde va la bomba.
Mimí se ve al fondo con las montañas, sigue
buscando hongos y Melambo lo acompaña. Me acerco al roble y lo toco. Debajo de
este árbol durmió mi abuelo.
La pioggia se torna más fuerte. Nos montamos en
el carro.
Gracias Mimí.
Prego, me responde Mimí y sonríe con un gesto
tan sincero que me conmuevo.
Melambo nos acompaña corriendo. Corre hacia la
casa. Corre hacia el regreso.
Capanna, capanna, capanna, repito como mantra y
por la noche busco su significado: capanna significa cabaña.
Grotte dell'Acqua, 31 de octubre de 2019.
Cuaderno de viajes. Estampas de Italia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario